sábado, 5 de diciembre de 2015

""SER MADRE Y PADRE A LA VEZ ...EL DILEMA DE LA MAMA SOLITARIA""

Madre y padre
Los daños o heridas que un niño pueda sufrir ante esta realidad dependen de cómo haya vivido la madre la resolución de su propio conflicto y de cuánto "endosó" esa madre su historia personal a su niño. Una madre que dio vuelta la página y sanó sus propias heridas sin transmitir rencores a su hijo permitirá un desarrollo más positivo del niño. Por el contrario -explica Sordo- una madre amargada que no ha resuelto su conflicto y que no ha perdonado a esa parte de la historia, influirá negativamente en su hijo y le será muy difícil ejercer bien el rol de madre y de padre.

Para esas maravillosas madres que son al mismo tiempo padres, para esas mujeres que hacen cosas imposibles por sus hijos y que a pesar de su esfuerzo son todo amor y dedicación
Asumir la maternidad sin el padre es una compleja tarea para la progenitora e implica una carencia significativa en el desarrollo psicológico del hijo. Aunque muchas mujeres cumplen esta difícil misión, la figura paterna es irremplazable. Conoce los costos de esta experiencia y cómo no herir a los hijos ni a una misma.

La mujer abnegada, emprendedora, liberal y poli funcional tal vez tenga su máxima expresión en aquéllas que, por distintas razones, asumen la maternidad sin la presencia del padre.

En la medida de lo posible siempre los niños debieran venir al mundo en el contexto de una familia, con un padre y una madre comprometidos en sus roles y responsabilidades con el hijo. Pero a veces la realidad dista bastante de lo ideal.

La mujer y su hijo abandonados a su suerte por un papá ausente son tan antiguos como el mundo, pero sólo en los últimos años se ha visto a mujeres que eligen vivir su maternidad sin el progenitor. “Esta opción, de aquellas mujeres que eligen no tener presente al papá, me parece una elección egoísta que a la larga en la vida siempre termina por pasar la cuenta. Los niños siempre necesitan a ambos padres?, sostiene la destacada psicóloga Pilar Sordo.

Pero en ambos casos el dilema es el mismo: cómo ser mamá y papá a la vez, sin dañar al hijo ni a una misma en una tarea tan extenuante.

Para la especialista en psicología clínica esta misión dual implica un desgaste emocional para la madre, además de requerir de ésta una entrega afectiva que supla, de alguna forma, las carencias paternas. “La madre debe empezar a ser padre-madre con muchos costos emocionales en el proceso. Ella debe aprender a colocar límites y dar afecto, además de darse tiempo para ella con el fin de recuperar fuerzas en tal difícil tarea?, advierte Sordo.

El arte de vivir

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