"Mi padre siempre decía que el mejor regalo que un progenitor puede dejar a sus hijos es inculcarles principios éticos de moral, justicia y equidad, además de
El mejor regalo |
Pero es en el seno familiar donde se debe iniciar la educación en valores. No corresponde a los abuelos o al sistema educativo, ellos en cualquier caso los podrán reforzar. Y la formación en valores dura toda la vida, no es una asignatura que se cursa y se aprueba, es un aprendizaje continuo que se transmite de padres a hijos, como fuente primaria. Y es, el ejemplo la herramienta que mejor funciona. El ejemplo en tolerancia con la ideas, opiniones y creencias de los demás; el ejemplo en respeto por personas, animales y medio ambiente; el ejemplo en responsabilidad con nuestros deberes y obligaciones; el ejemplo en libertad como la facultad que permite al ser humano tomar decisiones y actuar según su inteligencia y voluntad, libertad que funciona cuando hay equilibrio entre los derechos y cuando las responsabilidades y las elecciones están de acuerdo con la conciencia; ejemplo en honestidad que implica sinceridad y cumplimiento de las obligaciones sin trampas o engaños; ejemplo en igualdad, evitando discriminar por origen nacional, raza, creencias religiosas, sexo u orientación sexual.
En gran parte, nuestros hijos son nuestro mejor legado; ellos son la siguiente generación. Y si de algo podemos estar seguros, es de que no siempre estaremos a su lado, un día faltaremos. Cuando esto ocurra, ¿Cuál será nuestro legado?¿Qué les dejaremos para la posteridad? ¿Qué les estamos dando en el día a día? Estamos hablando de una herencia que se entrega en vida.
El arte de vivir
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