viernes, 23 de septiembre de 2016

"LA INFIDELIDAD NO SOLO ES ENGAÑAR"

Partiendo de que la infidelidad no sólo es engañar o quebrantar un código moral, es lastimar, herir y destruir al semejante. Hay algo más común con el tema de la infidelidad; las repercusiones a nivel psicológico y social que se presentan en las personas que han sufrido un engaño de este tipo. A continuación te menciono las consecuencias más comunes.
La baja autoestima
La infidelidad
es característica en las personas que han sufrido infidelidad, pues pierden la confianza y seguridad en sí mismas.  Esta idea de suponer que la pareja ha decidido experimentar con otra persona sus fantasías y sus deseos se vuelve una amenaza constante, reflejo de su minusvalía y un pobre concepto de valor y amor propio.
La depresión
es un tema de salud que ha incrementado considerablemente en países latinoamericanos, y una causal de ello es justamente la infidelidad. Este sentimiento de tristeza inexplicable, el sentimiento de vacío y la falta de energía para realizar tareas diarias, representa alguna pérdida, esa parte del proceso del duelo donde es inconcebible e innegable aceptar que la persona amada ya no está, ya no te pertenece. Desafortunadamente las implicaciones psicológicas y fisiológicas puestas en juego en la depresión, van más allá de la sensación, pues este sentimiento de vacío puede llevar hasta la muerte.
El alcohol y algunas drogas
son utilizados como des-inhibidores del estado de ánimo, se tiene la teoría de que bajo los influjos del alcohol específicamente, la persona tiene mayor valor en expresar sus emociones y sentimientos. Es común escuchar que la gente va “ahogar su dolor” cuando sufre un desamor y con ello, sin duda, existe mayor tendencia a que una persona que ha sufrido infidelidad llegue a incrementar el uso de sustancias tóxicas.
Otra repercusión de índole social y familiar es la violencia, pues cuando se descubre el engaño se destruyen la ilusión y los propósitos con los que se había construido la relación, lo que genera enojo, rabia e ira.
Aquí sólo se mencionan algunas de las repercusiones, pero existen otras tantas que no dejan de ser igual de significativas como las anteriores, por ejemplo: las infecciones de trasmisión sexual, hijos no deseados, el aborto, el abandono, etcétera. Por lo que debemos estar conscientes que la infidelidad no sólo es momentánea, ya que sus consecuencias duran para siempre.

El arte de vivir 

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