miércoles, 24 de febrero de 2016

"BREVE REFLEXIÓN SOBRE LA MIRADA"

                                                    La importancia de la mirada
La mirada es el reflejo del alma y ésta, nos va a revelar mucho de cada persona, la mayoría de las cosas que están sucediendo en su interior nos lo va a reflejar mediante la forma en que nos mira. El cuerpo humano es un receptor y transmisor de emociones y una de sus principales herramientas para comunicarlas y trasmitirlas es a través de la mirada. La manera de conocer mejor a una persona, crear lazos de empatía con ella e incluso saber si lo que está diciendo es verdad o mentira, lo podemos saber a través de la mirada. La mirada tiene un gran poder porque refleja lo que sentimos por dentro y por mucho que tratemos de esconderlos, tarde o temprano, mediante procesos completamente involuntarios comunicaremos ese estado de ánimo…

Una mirada
La mirada dice mucho más de lo que creemos. Hay miradas que ocultan un poder inmenso, las hay lascivas, sensuales, provocativas, inocentes. Hay miradas intensas y penetrantes que logran despertar nuestro lado más salvaje y pasional y que traspasan la barrera de nuestro ser quedándose grabadas en nuestra mente. Hay miradas que hablan por sí solas sin necesidad de ninguna palabra, que transmiten sentimientos, deseos y afecto. Al igual que hay miradas que trasmiten una personalidad venenosa, destructiva y dañina que muchas veces nos hacen alejarnos de esas personas por las malas sensaciones que nos causan.
Creemos que nuestros ojos son sólo una vía para recibir información, pero nos estaríamos limitando si solamente los usásemos para la función que nos han dicho que tiene. La manera en la que miras a una persona, la forma en la que respondes a una mirada o incluso la rehúyes, muchas veces va a determinar la diferencia entre un encuentro memorable y grandioso o un encuentro repulsivo y embarazoso.
La mirada es el recurso no verbal más expresivo y sincero que poseen los humanos porque con una simple mirada podemos trasmitir desde odio hasta una declaración de amor o de amistad, todo esto sin tener que recurrir a recursos verbales. Tras una mirada que refleje nuestro interés en la otra persona, si somos correspondidos con otra mirada, debemos comprender que en la mayoría de los casos se trata de una invitación a acercarnos y conocernos más. Si además, después de realizar este contacto visual, esbozas una sonrisa y además es correspondida, lo de acercarte a conocerla no es una opción, es una obligación.

El arte de vivir

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