martes, 19 de enero de 2016

"TODO LO QUE HACEMOS, SI IMPORTA"

Todo lo que hacemos sí importa, porque tiene un efecto Todo lo que hacemos tiene unas consecuencias. Cada acción tiene una reacción igual o mayor. Es por eso que es necesario ser bien cuidadosos con lo que decimos y hacemos porque a cada paso que damos vamos creando karma.
Lo que hacemos
Todo lo que hacemos sí importa, porque tiene un efecto Todo lo que hacemos tiene unas consecuencias. Cada acción tiene una reacción igual o mayor. Es por eso que es necesario ser bien cuidadosos con lo que decimos y hacemos porque a cada paso que damos vamos creando karma. ¿Qué quiere decir karma?  La palabra karma viene del sánscrito (lenguaje clásico-antiguo de la India) y quiere decir acción.  La Ley de causa y efecto (karma) nos dice que una buena causa produce un buen efecto y una mala causa produce un mal efecto o un mal karma. Una mala causa es todo lo que afecta adversamente al medio ambiente, a tus vecinos, a tus compañeros de trabajo, a los que guían su automóvil al lado tuyo, a tus clientes, a tu familia, a todo el mundo, incluyendo a los animales y las plantas. Esa mala causa, tarde o temprano vendrá a ti multiplicada. Una buena causa sería, además de ser compasivos y tolerantes, ayudar a todo el que puedas. En las antiguas culturas asiáticas se pensaba que no era posible cambiar el karma. Esta creencia hacía que las personas se sintieran impotentes ante su situación y adoptaran una actitud de derrota y conformismo aceptando su karma y resignándose a vivir una vida de dolor y sufrimiento. Afortunadamente, de acuerdo a la filosofía budista, el karma que generamos, ya sea de vidas pasadas o en esta vida, lo podemos cambiar. ¿Cómo generamos Karma? De tres maneras: con el pensamiento, la palabra y la acción. De estas tres, la acción tiene un impacto mayor, ya que no solamente afecta al sujeto que recibe la acción, sino a nosotros mismos. Además, debemos ser muy cuidadosos, ya que, tanto las acciones como las palabras surgen del pensamiento y lo que hay en nuestro corazón también tiene una importancia fundamental al momento de actuar. El karma, como todo en el Universo, está en constante movimiento. Todo el tiempo estamos generando karma (acción), por lo tanto, pensar que no somos responsables de lo que nos sucede y de lo que sucede a nuestro alrededor es una ilusión y una racionalización de la mente para no enfrentarse al dolor que nos causan las decisiones desatinadas. La idea de que algo fuera de nosotros controla nuestro destino es una forma de evadir la responsabilidad de nuestras acciones. Mi primer analista me dijo: “siempre es más fácil echarle la culpa a otro”, refiriéndose a que es más fácil apuntar hacia afuera para no enfrentarnos a la vergüenza y sufrimiento que produce actuar incorrectamente. La filosofía Budista enseña que hay una solución para el sufrimiento y provee una manera de transformar el sentido de impotencia que surge cuando pensamos que no podemos salir de la situación en la que nos encontramos y que no podemos cambiar nuestro karma. Es necesario internalizar que estamos creando nuestro propio presente y futuro, según las elecciones y acciones que hacemos a cada momento. Visto desde este punto de vista, vemos como el karma (la acción) nos permite ser los protagonistas en nuestra propia vida y no acceder a que causas externas nos muevan como una marioneta. Muchas veces me han preguntado, “¿Cómo sé como fueron mis vidas pasadas?” Si quieres saber cómo fueron tus vidas anteriores, mira tu vida actual. Si quieres saber cómo será tu futuro, mira lo que está sucediendo en tu vida ahora. ¿Cómo podemos cambiar nuestro karma? Ayudando a otros a ser felices, sin embargo, no a expensas de nuestra felicidad. Dando servicio, orando por la felicidad de los demás y decidiéndonos a tomar acción (karma) para cambiar y mejorar nuestra vida, ayudando así a mejorar nuestro medio ambiente y la vida de los demas. Cuando nos movemos en amor-compasivo nuestro norte es el servicio a los demas. De la Ley inexorable del Karma nadie se escapa y recuerda que toda causa tiene un efecto y todo efecto tiene una causa. Cambia la causa y el efecto cambiará.afortunadamente , de acuerdo a la filosofía budista, el karma que generamos, ya sea de vidas pasadas o en esta vida, lo podemos cambiar. ¿Cómo generamos Karma? De tres maneras: con el pensamiento, la palabra y la acción. De estas tres, la acción tiene un impacto mayor, ya que no solamente afecta al sujeto que recibe la acción, sino a nosotros mismos. Además, debemos ser muy cuidadosos, ya que, tanto las acciones como las palabras surgen del pensamiento y lo que hay en nuestro corazón también tiene una importancia fundamental al momento de actuar. El karma, como todo en el Universo, está en constante movimiento. Todo el tiempo estamos generando karma (acción), por lo tanto, pensar que no somos responsables de lo que nos sucede y de lo que sucede a nuestro alrededor es una ilusión y una racionalización de la mente para no enfrentarse al dolor que nos causan las decisiones desatinadas. La idea de que algo fuera de nosotros controla nuestro destino es una forma de evadir la responsabilidad de nuestras acciones. Mi primer analista me dijo: “siempre es más fácil echarle la culpa a otro”, refiriéndose a que es más fácil apuntar hacia afuera para no enfrentarnos a la vergüenza y sufrimiento que produce actuar incorrectamente. La filosofía Budista enseña que hay una solución para el sufrimiento y provee una manera de transformar el sentido de impotencia que surge cuando pensamos que no podemos salir de la situación en la que nos encontramos y que no podemos cambiar nuestro karma. Es necesario internalizar que estamos creando nuestro propio presente y futuro, según las elecciones y acciones que hacemos a cada momento. Visto desde este punto de vista, vemos como el karma (la acción) nos permite ser los protagonistas en nuestra propia vida y no acceder a que causas externas nos muevan como una marioneta. Muchas veces me han preguntado, “¿Cómo sé como fueron mis vidas pasadas?” Si quieres saber cómo fueron tus vidas anteriores, mira tu vida actual. Si quieres saber cómo será tu futuro, mira lo que está sucediendo en tu vida ahora. ¿Cómo podemos cambiar nuestro karma? Ayudando a otros a ser felices, sin embargo, no a expensas de nuestra felicidad. Dando servicio, orando por la felicidad de los demás y decidiéndonos a tomar acción (karma) para cambiar y mejorar nuestra vida, ayudando así a mejorar nuestro medio ambiente y la vida de los demas. Cuando nos movemos en amor-compasivo nuestro norte es el servicio a los demas. De la Ley inexorable del Karma nadie se escapa y recuerda que toda causa tiene un efecto y todo efecto tiene una causa. Cambia la causa y el efecto cambiará.

El arte de vivr

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