Para ser grande primero tienes que aprender a ser pequeño…
la humildad es la base de toda verdadera grandeza.
(Anónimo)
Humildad |
Según definiciones propuestas por algunos autores se considera que la humildad es la ausencia de soberbia, una característica o cualidad propia de sujetos modestos, que no se siente más importantes o mejores que los demás, independientemente de cuán lejos hayan llegado en la vida. Esta acción es contraria a lo que realmente ocurre en la vida real y en el ámbito social y empresarial, pues por más insignificante o grande que sea el logro que obtiene una persona, esta se siente superior y alardea de sus logros, lo cual no es de una persona humilde, sino más bien de una persona vacía y egoísta que con lo único que cuenta es con una mentalidad pobre.
En ocasiones suele utilizarse la palabra humildad como un sinónimo de pobreza, de falta de recursos; sin embargo en términos personales valdría la pena relacionarla con grandeza de espíritu, pues una persona humilde es aquella que cuenta con la mayor riqueza, esto no en términos de recursos materiales, sino espirituales que es lo que realmente determinan el valor de una persona el cual se mide por sus acciones.
El dinero hace personas ricas.. el conocimiento hace personas sabias.. Pero la humildad hace personas grandes.. Si vemos a nuestro alrededor independientemente del ámbito en el que estemos podemos observar que hay tres elementos que destruyen al ser humano, cuando este no posee en su formación el valor de la humildad, estos son el dinero, el poder y una profesión. Algo increíble ¿verdad? Pues si estos se explotarán de una forma adecuada serían grandes bases de desarrollo tanto personal como social, pero lastimosamente el ser humano solo prevé su bienestar individual y al gozar de estos elementos ya sea en conjunto o separadamente crea un estado de egoísmo, prepotencia y superioridad, siendo estas acciones inmaduras y de mentalidad vacía para quienes la ejercen.
Cuando como resultado de un éxito o logro personal o profesional obtengamos reconocimiento, no dejemos que este se convierta en motivo de orgullo, o alardeo personal, sino más bien tratemos de ser modestos y dejar que otras personas sean las que descubran nuestras cualidades. Recordemos que lo poseemos en el bolsillo no se compara en ninguna medida con la riqueza interna, pues el valor de un ser humano no depende de cuanta riqueza material posea, sino de lo interno que proviene del alma o nivel espiritual. Te invito a que analices tus acciones a fin de determinar si estas en el camino de la humildad o bien tus actos están encaminados a una vida de egoísmo y superioridad, recuerda que independientemente del éxito o reconocimiento que actualmente hayas logrado, esto no significa que siempre lo tendrás, pues no sabes lo que Dios tiene preparado para ti.
El arte de vivir
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