Durante generaciones y siglos hemos aprendido a sobrevivir…
Nos educaron época tras época a luchar, al trabajo duro, al esfuerzo. Se nos dijo
que para sobrevivir teníamos que competir, teníamos que ser más y mejor que el otro, que era la manera de poder vivir.Nos enseñaron a no ser débiles y que sólo a través del sacrificio, de normas, de reglas establecidas era posible el crecimiento y la evolución. No nos educaron a compartir, ni a ser útiles los unos a los otros a través del compañerismo y la diversidad. Nos dijeron que debíamos pelear por lo que queríamos, a sentir que las Diferencias eran sinónimo de inferioridad, de escasez, de abuso…, que lo desconocido era peligroso, que no podíamos adentrarnos en aquello que no conocíamos y que era distinto. Así hemos estado todo el tiempo desde que tenemos conocimiento del hombre actual…
Aprendiendo a sobrevivir |
Pero la Verdad Está mucho más allá de esto…, la verdad Es que de tanto sobrevivir no aprendimos a vivir…., sólo hemos aprendido a mantener el espacio de la supervivencia, el espacio de la guerra, la lucha, la rivalidad y la competencia. Con todo esto hemos creado caos, dolor, conflicto y sufrimiento, ha sido la única forma de sobrevivir. Esto no es vida…, no es realmente vivir, sino una batalla donde el más fuerte se come al más débil, sin compasión, compañerismo o igualdad.
El arte de vivir
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