Las especies se extinguen o ven reducidas sus poblaciones por varias razones, pero la causa principal es la destrucción del hábitat debido a actividades humanas.
Pagar por vivir |
Las actividades humanas tales como contaminación, drenaje de humedales, conversión de sabanas en tierras de pastoreo, deforestación, urbanización, destrucción de los arrecifes de coral, y la construcción de caminos y presas, han destruido o dañado seriamente y fragmentado los hábitats disponibles.
La fragmentación de hábitats, el aislamiento y división de hábitats en áreas menores, han provocado que las especies de plantas y animales que permanecen en esas "islas" de hábitat pierdan contacto con otros de su propia clase, esto reduce su diversidad genética, haciéndolos menos adaptables al cambio ambiental o climático, y los deja altamente vulnerables a la extinción.
A veces los hábitats fragmentados llegan a ser tan pequeños que no pueden mantener una población sostenible.
Las consecuencias:
Al extinguirse una especie se ve alterado todo un ecosistema completo, y esto trae como consecuencia la falta de balance en la proliferación de otras especies aún existentes, ya sea plantas, animales o ambos, al verse afectado el ecosistema, también se ve afectado el ser humano y el planeta como tal, no solo seres vivos, un ejemplo de ello es la tala excesiva, produce cambios dramáticos en el clima y en la secuencia de las lluvias y temperaturas en distintos lugares de la tierra, una de las soluciones y la más obvia es el manejo y uso moderado de los recursos vegetales, animales y minerales también.
El arte de vivir
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