La ética y la moralidad.
¿Bueno o malo? |
Y como seguirá pasando, lo bueno sería que nos fuéramos acostumbrando a valorar lo que tenemos, cuando lo tenemos, y no cuando lo perdemos. Porque luego, lo malo, es que el bueno se vuelve malo, y el malo se vuelve bueno, y es un follón. Porque lo malo siempre fue malo, aunque se disfrazara de bueno. Y aunque esto está ya más visto que el comer, y hay refranes para dar y regalar, no viene mal tenerlo en cuenta. Vamos, que sería bueno que lo pensáramos para dejar de ser tan malos. Porque si algo malo tiene lo bueno es eso: que sólo se aprecia en su ausencia y no en su presencia.
Los motivos que se sustentan las decisiones la realiza la conciencia del hombre, como facultad específica emite los juicios prácticos sobre lo que es bueno o malo, recto o desordenado, conveniente o inconveniente.
La ética, entonces, supone una conducta y toda conducta tiene normas o criterios a los que tiene que ajustarse. Estos criterios son establecidos por la conciencia moral del individuo. Es allí donde se fijan las relaciones de conveniencia o disconformidad con los principios y los hechos.
En algunos casos la conciencia moral de un individuo puede que esté objetivamente equivocada y que el criterio por el que se rige sea falso; pero el hombre debe atenerse al mismo para obrar de una manera coherente con lo que piensa, y de no seguir ese criterio sería una decisión moralmente errónea. Ciertamente si no se está seguro, la obligación sería despejar las dudas estudiando a fondo el asunto, consultando a personas expertas o buscando una segunda opinión. Pero en el caso de seguridad, ha de actuar con su conciencia, pues no dispone de otro criterio racional.
2.1 Ejemplo.
El homicidio, se ve como algo malo, cuya maldad no se puede calcular, y a lo mejor nadie ha dudado. Las dudas inician en circunstancia, en lo que los principios generales se dejan a un lado. ¿Podríamos calificar de homicidio o de asesinato, dejar que muera una persona que lleva tres años en coma?
La aplicación del principio general de respetar la vida ajena empieza a resultar confusa en este caso. ¡La calidad de vida de esta persona es mínima¡ de allí, entonces surgen problemas como es la eutanasia, que en cualquier caso, es mucho más complejo que un simple "No matar".
El arte de vivir
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